Seis de cada diez estudiantes en la universidad son mujeres
Su presencia se impone aun en carreras tradicionalmente masculinas, como medicina
Silvina Premat
LA NACION
Las inscripciones en las universidades, que se cerraron en estos días, confirman que al menos por algunos años más los futuros profesionales serán, predominantemente, mujeres.
Ellas ya son casi seis de cada diez estudiantes universitarios en todo el país. Sin embargo, esa proporción se revierte en el momento de designar académicos para la conducción de las universidades. De las 107 instituciones universitarias de todo el país, sólo 11 tienen rectoras al frente.
Según el anuario estadístico 2008 del Ministerio de Educación, del total de universitarios -1.600.522-, las chicas son 905.972 (57%) y, los muchachos, 694.550 (43%). Con los años de estudio esa diferencia permanece y finalmente son también mujeres seis de cada diez graduados universitarios.
Los establecimientos que más atraen a ellas son el Instituto Universitario del Arte (72% de mujeres), la Universidad de la Patagonia Austral (68%) y las del Comahue, Santiago del Estero y Formosa (con 66% de mujeres en cada una). En el otro extremo las menos elegidas por las chicas son la Universidad Tecnológica Nacional (80% de varones) y los institutos universitarios del Ejército y la Marina (92 y 86%).
El ingreso masivo de las mujeres en las aulas universitarias -que comenzó a notarse a mediados del siglo XX- produjo a partir de la década del 80 la feminización de algunas carreras tradicionalmente elegidas por ellos.
"En esta facultad es difícil ver varones; los hay pero son muy pocos. Para encontrar hombres tenés que ir enfrente, a la Facultad de Ciencias Económicas", dijo a LA NACION Laura Santillán, alumna de primer año de medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), una carrera que supo ser elegida prioritariamente por varones. Lo confirma Sol Tayara, de 22 años y alumna de cuarto año de esa carrera: "Sí, desde que empecé hay muchas más mujeres que varones. En una clase los chicos pueden llegar a ser un tercio, pero no más".
Según los censos de estudiantes de la universidad con más alumnos del país, la UBA, Medicina pasó de ser la quinta facultad elegida por las mujeres en 1988, a ser la más elegida en 2004. Ese año, el último en el que se hizo un censo universitario en la UBA, Medicina tenía 28.884 estudiantes mujeres y 11.104 varones.
Para Diana Maffía, legisladora porteña por la Coalición Cívica y una de las fundadoras de la Red Argentina de Género, Ciencia y Tecnología, "la feminización de algunas carreras, como medicina, está vinculada con su pauperización y desprestigio". Maffía señaló que "cuando la carrera empezó a no ser tan rentable disminuyó la cantidad de varones y aumentó la de mujeres que elegían medicina, entre otras cosas por el estereotipo del hombre proveedor y el argumento de que las mujeres trabajamos para nuestros caprichos".
No obstante, hay facultades que históricamente han mantenido la masiva presencia femenina, como Psicología, donde -siempre según los números de la UBA- en 2004 había un 83% de mujeres, 15.557 chicas sobre 3084 varones. Otras permanecieron con mayoría masculina, como las ingenierías y el agro. Si bien han abierto sus puertas también a las mujeres, sobre todo en especialidades nuevas, como informática, aún siguen siendo más los hombres.
Esto pasa en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), por ejemplo, que dejó de ser sólo para varones no hace mucho. Allí se da justamente a la inversa que en Psicología: hay 82% de varones por sobre las mujeres.
"Con mis amigas evitamos ir al bar del primer piso porque se llena de varones y te sentís muy mirada", contó a LA NACION Agustina Caprarulo, de 21 años, al salir de una clase en la que de los 30 alumnos sólo seis eran mujeres. "Y eso que en mi carrera, licenciatura en administración de empresas, hay más mujeres que en otras. Hay clases de ingeniería mecánica que tienen sólo dos mujeres", contó y agregó que no hay diferencias en el trato, sólo que las "incomoda un poco" ser objeto de las miradas de sus compañeros. "Sirve mucho cuando tenés la autoestima baja. Podés venir vestida como sea, y te miran igual", contó.
Otra carrera en la que aumentaron los nombres femeninos fue ciencias veterinarias, que de ocupar el décimo lugar en la tabla de preferencias en la UBA, en 1988, pasó al quinto puesto, en 2004. También aumentaron significativamente las chicas en derecho. Hasta hace seis años eran 24.780 sobre 15.978 varones.
Los que se anotaron para cursar en 2010 el Ciclo Básico Común (CBC) de la UBA fueron un 63% de mujeres y un 42% de muchachos. Si se comparan las facultades en las que se inscribieron con los datos de 2000, se ve que aumentaron las chicas en facultades tradicionalmente elegidas por los varones como Agronomía (ellas pasaron de 33% a 51%); Arquitectura (pasaron de 49% a 64%); Farmacia y Bioquímica (de 64% a 75%) y Odontología (de 68% a 78%).
LA ULTIMA PALABRA SIGUE SIENDO MASCULINA
- Para conducir y tomar decisiones se sigue eligiendo a los hombres. Sólo 11 de las 107 instituciones universitarias del país son dirigidas por rectoras mujeres. Es el caso de ocho instituciones estatales y de tres privadas. Otro tanto ocurre en la ciencia. En el Conicet, el 85% de los investigadores superiores son varones. Entre los docentes universitarios, la presencia femenina empieza a prevalecer, aunque no es todavía tan pronunciada como entre los alumnos. En 2008 se daba casi un empate entre los docentes de dedicación exclusiva y semiexclusiva: los profesores varones eran 85.605 y las mujeres, 85.816.