Ayer iba tranquilamente caminando por la calle, me dirigía plácidamente hacia un teatro en la Cd. de México, y de forma sorpresiva viví una experiencia de acoso sexual muy desagradable!!!
De inmediato sentí una ráfaga de calor en todo mi cuerpo, y mi corazón se aceleró, expresé verbalmente mi indignación con una palabra a grito abierto, y a partir de ese momento han venido a mi infinidad de pensamientos y sentimientos ocupando mi ser, incluso en los sueños de anoche.
La mejor parte de la historia es que soy afortunada, porque en esta experiencia me acompaña el hombre que amo y con quien comparto mi vida. A él agradezco su empatía amorosa, y sus palabras terapéuticas dichas hoy por la mañana “échate un clavado y revisa exactamente como te estás sintiendo”.
Y motivada por esas atinadas palabras me di cuenta que sentía enojo, impotencia, frustración, tristeza, compasión, desesperanza, furia, desilusión, incomprensión, desconfianza, ira, aberración, resentimiento, consuelo. Sentía cansancio, ganas de gritar, de golpear a un objeto para desahogarme, de llorar, de estar en silencio, de respirar hondo y profundo, de desplomarme, de correr, de hablar, de reflexionar. Y de pronto caí en cuenta de una necesidad primordial por sobre todas las demás…
¡¡¡Necesito hacer trascender esta experiencia para crear conciencia!!!
Causalmente, hoy 25 de noviembre de 2010, se celebran 29 años del Día Internacional de la transformación de la Violencia contra la Mujer. Una iniciativa creada en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe que se realizó en Bogotá, Colombia en 1981. Y que la Asamblea General de las Naciones Unidas lo decretara como un día de celebración internacional en su reunión del 17 de diciembre de 1999.
¡Y yo quiero celebrar con un grano de arena!
Es un regalo darme cuenta, que por primera vez siento profundamente arraigado el sentido de esta celebración, y hoy con mucho respeto quiero representar a todas las mujeres del mundo que en sus vidas han experimentado algún tipo de violencia para decirte…
A ti, HOMBRE, que ya es tiempo de cambiar nuestras creencias. Es tiempo de que creas que las mujeres merecemos ser tratadas con amor y respeto por el simple hecho de existir. Es primordial que te des cuenta que las mujeres experimentamos un cuerpo como sagrado porque a través de él canalizamos vida, y que nos sentimos en paz cuando te relacionas respetuosamente con este cuerpo. Es elemental que te des cuenta que somos seres sexuales y no objetos sexuales, y que te distingas por tu actitud haciendo la diferencia, cuando en reuniones sociales o íntimas te refieras a nosotras. Es urgente que sepas que las mujeres estamos creando formas para vivir mejor, y que nos motiva contar con tu apoyo para lograrlo. Que por cada acción que realices a favor de nuestro bienestar, todas las mujeres nos beneficiamos y con nosotras generaciones de humanidad enteras.
A ti, MUJER, que ya es tiempo de despertar, es tiempo de hacernos escuchar, es tiempo de actuar, es tiempo de re educar y transformar nuestra cultura. De respetarnos a nosotras mismas para inspirar el respeto de los demás. De hacer valer en cada acto y palabra nuestro ser sensible y pensante. De honrar cada día nuestro libre albedrío, para elegir vivir con autodeterminación y empoderamiento. De amar y hacer respetar cada célula de nuestro cuerpo, y honrarlo como si se tratase de la vida misma. De amar nuestra sexualidad y sentirnos libres de expresarla, cultivando prioritariamente el bienestar y crecimiento de nuestro ser y estar. De apoyarnos entre nosotras y de ser proactivas en cualquier causa o circunstancia que promueva nuestros derechos humanos y garantías de existencia. Date cuenta que por cada experiencia que construyas a favor de nuestro desarrollo, todas las mujeres nos beneficiamos y con nosotras generaciones de humanidad enteras.
Y ahora en este momento, me doy cuenta que me siento mucho mejor porque hablar por escrito ha sido catártico. Me doy cuenta que en el pecho albergo paz, una especie de tranquilidad que me inspira decir…
GRACIAS, a ti hombre y a ti mujer, que recibes con amor y conciencia esta experiencia mía. Hoy has co creado conmigo, y colaboraste con tu existencia para trascenderla.
Luz y creatividad para tu día!
Roxana Aguilar Camacho
Fundadora Redes Lunarias
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