Hace unos días escribí en el muro de FB: "Buen viaje al negro Juárez, a quien vi debutar cuando tenía unos 14 años, con mis viejos, en Caño 14. Estrenó "Mi bandoneón y yo". En la locución: "Silvio Soldán", en el violín: "¡¡¡¡¡¡¡¡¡Orlando Marconi"!!!!!!!!!!! Y el maestro Goyeneche al canto. ¡Qué noche Teté! La misma noche que el Polaco me apadrinó en mi carrera como cantante, junto a Ruth Durante, gracias a la intervención de Mario Torres". Para mi sorpresa, esto despertó una serie de comentarios que no esperaba. Me quedé pensando y también lo comenté en FB, que por momentos guardo la sensación de ser una especie de Matusalén, cuando en realidad, aún soy muy joven. Esta impresión de haber reencarnado varias veces en la misma vida. Pero más allá de eso, la posibilidad de estar en contacto con esos artistas tan amados por todos, a un metro, dos metros de distancia. Ese clima inolvidable que se generaba a través de los sentidos. Ese negro tan buen mozo, bandoneón en mano,
Un beso.
Liliana
Liliana marcela perez
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