23.01.10 - 00:20 -
GONTZAL DÍEZ | MURCIA.
- El escultor, poeta y ensayista cherokee abre el PAC el lunes con una serie de «objetos inútiles» encontrados en un mes en Murcia
Jimmie Durham Artista
«No me gusta la arquitectura, ni su concepto ni su realidad, pero me encantan las grandes ciudades porque en ellas me convierto en un ser anónimo. No me gusta, pero la arquitectura es una forma de expresar cómo somos y eso es lo que yo pretendo hacer con mi arte», dice impasible. Por eso en la arquitectura de Verónicas ha introducido 'lo profano'. «Mi arte resiste a la arquitectura al igual que mi poesía resiste a los idiomas. Tampoco me gustan los idiomas», añade. Tampoco le seducen Marsella, Berlín y Nueva York. «Mi odio es perfecto y completo porque he vivido allí», recalca.
- Ya sabemos lo que no le gusta, pero ¿qué le gusta?
- El arte, pero no la mayor parte del arte; la música, pero no la mayoría de la música; los restaurantes, pero no la mayoría de los restaurantes, salvo en Murcia. No me gustan nada los restaurantes parisinos. Ahora me gusta Roma y vivo allí.
- ¿El mundo es un gran basurero?
- Yo tengo una idea extraña del mundo que mucha gente no comprende. Creo que el mundo es un ser vivo que me comprende y que me ama, es como un gran perro que me quiere; así que, cuando necesito algo, ese enorme perro me ayuda a encontrarlo. El problema es que como el mundo-perro es un poco estúpido necesito dos o tres intentos para poder hallar lo que busco.
- ¿Ser cherokee ha condicionado su forma de entender el arte?
- Todo condiciona la manera de mirar el mundo y ser cherokee también. Quizá, no estoy seguro. Somos la segunda nación india en Estados Unidos, después de los navajos, y no tenemos ninguna reserva. Nuestras últimas tierras fueron expropiadas porque tenían petróleo.
- ¿Qué le deja perplejo a Jimmie Durham?
- Que la humanidad lo intenta, intenta mejorar, una y otra vez y siempre, al final, resulta patética.
- ¿A qué tiene miedo?
- A las alturas.
- ¿Cómo huir del aburrimiento?
- No entiendo cómo la gente se puede aburrir. Yo no me he aburrido jamás. He estado en la cárcel, en situaciones francamente raras, pero siempre he encontrado algo, un trozo de cristal, un pedazo de acero inoxidable, que me ha llamado la atención, que ha despertado mi interés y que ha cerrado la puerta al tedio.
- ¿El arte es un reto?
- Siempre. Lo mismo que pretendemos lograr con el arte es lo que queremos conseguir con la música, la ciencia o la carpintería: hacer que la inteligencia evolucione.
- ¿Se siente un hombre libre?
- Sí, bastante.
- ¿El arte es capaz de cambiar el mundo, o al menos de cambiar nuestra manera de ver el mundo?
- Tenemos pruebas, en el pasado, de que sí ha sido capaz de hacerlo, pero de una manera mucho más lenta de lo que nos gustaría.
- ¿Cuál es la función de un artista en el mundo contemporáneo?
- Tengo un amigo en Roma que asegura que vivimos en un tiempo similar al comienzo de la Edad Media y que el arte se encuentra en una situación similar a aquella en la que los monjes intentaban aferrarse a través de la creación a un poquito de civilización.
- ¿Es optimista, queda en estos tiempos algún resquicio para el optimismo?
- La historia de los fracasos de los cherokees ha sido demasiado larga como para ser optimista, pero tampoco me considero un hombre vencido por el pesimismo, por eso sigo trabajando.
- ¿Qué es la belleza?
- Nunca pienso en ella. Es como la verdad, no se ve hasta que alguien miente.
- ¿Qué no tolera?
- Las alturas.
- ¿El arte es una forma radical de ver el mundo, de enfrentarse con el mundo?
- Es una forma radical de participar en mundo y de unirse al mundo. Los estados, los países, cada vez tienen más poder y el capitalismo nos incluye, queramos o no, a todos. Miremos a donde miremos nos encontramos con una sobrecarga visual, sobre todo de publicidad, que pretende crearnos inseguridad, convertirnos en seres temerosos. El arte no intenta hacernos partícipes de ese estado de inseguridad sino que pretende que nos interroguemos sobre el mundo en el que vivimos.
- Ha dicho que «los intelectuales del arte contemporáneo se reagrupan como los gangsters, por el dinero», ¿un poco fuerte, no?
- La sociedad juega sucio con todos nosotros porque nos hace seres inseguros y hay mucha gente que trabaja en el mundo del arte que piensa que la única recompensa posible es la fama y el dinero. Una postura estúpida porque el dinero, claro, hace falta para vivir, pero no es lo fundamental en el mundo del arte.
- En uno de sus 'Autorretratos' decía que los penes de los indios son por lo general grandes y coloridos…
- Bueno, no me gusta mucho hablar de mi pene, pero conocí a un tipo mexicano que sí le gustaba. Decía que lo tenía muy pequeño, pero era muy mujeriego.
- Déme un buen consejo.
- Sigue viviendo…, antes o después te vas a morir.
- Gracias. Déme un consejo en cherokee
- Da, da. Algo así como: 'Vale, está bien'.
EL ARTISTA
Jimmie Durham. Escultor, ensayista y poeta. Nacido en 1940 en Arkansas. Indio cherokee que ha sido, entre 1973 y 1980, activo organizador político del movimiento de los indios americanos.
Participó en el primer PAC con una instalación con un 'árbol tatuado'. Muchas de sus obras hablan de la relación del ser humano con la naturaleza. «Necesitábamos un artista de prestigio incuestionable para el Dominó Caníbal», asegura el comisario Cuauhtémoc Medina.
Inauguración: Lunes 25. Sala Verónicas. Murcia. 20.30 horas.
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