martes, marzo 09, 2010

Una nueva llegada

Una pose en el andén de la memoria es el testimonio de una nueva llegada, luego de más de 120 años, de un viaje a través del tiempo de la mano del francés E. de Bourgade La Dardyé, un científico llegado al Paraguay en 1887. Luego de recorrer gran parte del territorio paraguayo y de vivir peligrosas aventuras, el viajero publicó un interesante libro que hoy está de nuevo con nosotros.


Portada del libro, mostrando a viajeros en la estación de Areguá. Emmanuel de Bourgade La Dardyé.

Emmanuel de Bourgade La Dardyé fue un técnico y científico francés llegado al Paraguay en 1887 con otros colegas de la misma nacionalidad, como el vizconde Emmanuel Obert de Thiensis y Henry Rochefort.

El vizconde Emmanuel Obert de Thiensis fue representante en el Paraguay del empresario francés Leonce de Modave de Masogne, quien obtuvo una concesión del Gobierno paraguayo para la construcción de un ferrocarril entre Asunción y Santos, Brasil, sobre el océano Atlántico, con un ramal hasta Tacurupucú, actual ciudad de Hernandarias, donde debía construir un puente sobre el río Paraná, que de hecho, se construyó setenta años después, en un punto cercano.

Además de este proyecto, el empresario de Modave de Masogne obtuvo concesiones para establecer fábricas de azúcares, aguardientes, melazas, alcoholes y otros productos industriales. Sobre la base del proyecto ferroviario del inversionista francés, casi una centuria después, se elaboró el trunco proyecto del "Ferrocarril de la Soja", en los últimos años de la dictadura stroessnerista.

Tres franceses en el Paraguay

La presencia francesa en el país, si bien nunca fue mayoritaria, siempre fue de un nivel nada despreciable. Ya en época de los misioneros jesuitas vinieron al Paraguay religiosos que se destacaron en su apostolado y como artistas, científicos y cronistas. En la época independiente no se pueden olvidar los nombres de Bonpland, Longchamp, Pomier, Balansá, Daumas Ladouce, Blanchet, Rábery, Regnault, Barrail, Crevaux y otros, quienes actuaron en el país en diversas épocas.

En las últimas décadas del siglo XIX, numerosos fueron los franceses que llegaron, otros que pasaron fugazmente, pero que dejaron huella indeleble de su presencia entre nosotros.

En el último cuarto del siglo, entre otros, vinieron varias personalidades a quienes movían intereses exploratorios, con el propósito de conocer los recursos y posibilidades de explotación de las potencialidades del país.

Justamente con esos propósitos, de exploración y estudio, durante el gobierno del presidente Patricio Escobar, en 1887, vinieron al Paraguay tres científicos y técnicos franceses: El vizconde Emmanuel Obert de Thiensis, Emmanuel de Bourgade La Dardyé y Henry Rochefort.

Los viajeros recorrieron gran parte del país, visitaron el Alto Paraná, exploraron los ríos de la región y, luego, pasaron al Mato Grosso, donde vivieron peligrosas aventuras.

Vaya si sufrieron penurias. En aquellas empresas perdió la vida Henry Rochefort y Emmanuel de Bourgade La Dardyé resultó herido de cierta gravedad.

En 1889 La Dardyé publicó un libro: Le Paraguay, con interesantes datos sobre el país.

Así como casi tres décadas antes estuvo en el Paraguay el acaudalado empresario francés Domingo Pomier, con proyectos camineros de unión con Bolivia, el noble francés y su compatriota La Dardyé trabajaron para establecer un ambicioso proyecto ferroviario para unir el Paraguay con la costa atlántica.

Las expresiones de unas impresiones

Los viajes de estudio para el trazado de la ferrovía posibilitaron, especialmente a De Bourgade La Dardyé, descubrir territorios de virginal belleza, ríos inexplorados y territorios con grandes potencialidades.

Sus impresiones las plasmó en un interesante libro que tituló El Paraguay y fue publicado en París en 1889. En esa obra, el autor brinda al lector del siglo XXI una visión del Paraguay del siglo XIX.

Su lectura constituye un viaje en el tiempo, en el tiempo de un país que pugnaba por despegar luego del periodo de desolación en el que lo sumió la terrible conflagración de exterminio que sufrió unos años antes.

Precisamente las exploraciones y los estudios de sus potencialidades buscaban la redención del país a través de la explotación de sus ricos recursos naturales, a los cuales pasa revista la obra de La Dardyé. También es un calidoscopio de la producción, la incipiente industria y el comercio de la época.

Además de la exposición de tales componentes, el libro, editado por primera vez en castellano en 1985, es un completo estudio sobre la población del país, con sus características sociológicas, las circunstancias de la vida de la época. En fin, es un libro que no solo da a conocer la vida paraguaya de la época, sino que transporta al lector a un tiempo no muy conocido, tal vez ignorado voluntariamente por las implicancias negativas de la época en la memoria colectiva. De allí el valor del libro, pues nos muestra un país desconocido, pero dinámico en su búsqueda de recuperación luego de una página desastrosa en su historia.  

Por Bernardo Gutiérrez - surucua@abc.com.py