El arte público, una tendencia

Alicia de Arteaga
LA NACION

Pionero en la tendencia de crear situaciones urbanas que involucren al público en una intervención efímera ha sido, sin duda, Christo. Artista norteamericano de origen búlgaro, decidió hace tiempo empaquetar edificios, un gesto de cuño conceptual de alta visibilidad. Su mayor obra fue Running Fence, una franja de nylon de 5 metros de ancho por 40 kilómetros, que cubría dos condados de California.

Más recordados por su repercusión mediática fueron los paquetes que armó con los puentes de París y con el edificio del Reischstag, en Berlín. La Bristol tiene lo suyo. Desde ayer, la popular playa marplatense exhibe la última obra pública del grupo portugués y nómada Pro Sand Art, que hace exactamente lo que su nombre indica: obras de arte con arena. El arte público, que ya puede considerarse una tendencia, admite propuestas de diverso compromiso estético. Desde los envoltorios de Christo Javacheff hasta intenciones festivas como los caballos exhibidos en las veredas de Buenos Aires a fines de 2008, y, antes las vacas pastando del Cow Parade de Puerto Madero. Con la obra en la arena playera, Movistar avanza en el proyecto de arte urbano que comenzó en Buenos Aires con el trabajo de Julian Beever, realizado dos años atrás en el centro porteño. La obra de los portugueses salió airosa de una tormenta marina en los primeros tramos de su construcción y espera a turistas y locales en un emplazamiento privilegiado.