viernes, enero 15, 2010

LA AMISTAD


Para  conservar a un amigo 3 cosas son  necesarias: honrarlo cuando esté presente, valorarlo cuando esté ausente, y asistirlo  cuando lo necesite.


Gran  parte de la vitalidad de una amistad  reside en el respeto de las diferencias, no sólo en el disfrute de las semejanzas.


Tómate  tiempo para escoger un amigo; pero sé  más lento aún en cambiarlo.


La  amistad es un alma que habita en  dos cuerpos y  un corazón que habita en dos almas.


La  verdadera amistad es la que sigue a  tu lado incluso cuando  no te queda nada  por ofrecer, salvo  tu compañía.


La  amistad es como un lucero que siempre  está dando luz al cielo.


No  busques amigos sin defectos, pues te quedarás  sin amigos toda la vida.


Tampoco  busques defectos en tus amigos, pues poco  a poco te quedarás solo.


A  las personas les interesa nuestro destino  exterior; el interior, sólo a nuestro amigo.


Si  quieres hallar en cualquier parte amistad,  dulzura y poesía, llévalas contigo.


Es  una regla en la amistad que cuando  la desconfianza entra por la puerta, el afecto sale por  la ventana.


¡Qué raro y maravilloso es ese fugaz instante en el que nos  damos cuenta de que hemos descubierto  un amigo!


Hemos  aprendido a volar como los pájaros, a  nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir  juntos como hermanos. 


Dios no ha creado fronteras. 
Mi objetivo es la amistad con el mundo entero. 

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